En el Día Internacional de los Trabajadores expresamos nuestra solidaridad con las y los trabajadores nicaragüenses del sector público y privado impedidos por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo de organizarse, protestar y luchar por sus derechos laborales Han sido maniatados y sometidos al control de los sindicatos blancos sandinistas, que lejos de representarlos mediatizan sus demandas y los utilizan políticamente.
La represión del Estado policial y dictatorial, les impide que conmemoren este día con marchas y actos cívicos como sucede en el resto del mundo.
Entre 2018 y 2023 el salario real se redujo casi a la mitad. El desempleo disfrazado de subempleo afectó a 38 de cada cien nicaragüenses, y en Managua, casi a 50 de cada cien personas. Ortega no solo impide el acceso a trabajos y salarios dignos, también ha diezmado las pensiones. Para los que se jubilan con un salario de 10 mil córdobas, estas pasaron de 7,200 córdobas a 4,300 córdobas. Todo esto explica la pobreza y la extrema pobreza en la que viven miles de familias nicaragüenses.
La violación de los derechos laborales de los empleados del sector público tiene rango de ley. Las indemnizaciones por despidos o renuncias se modificaron en detrimento de los trabajadores y en abierta violación al Código del Trabajo. Centenares han sido despedidos y despojados de sus prestaciones. Los afectados, no pueden protestar ni recurrir al Ministerio del Trabajo o a los tribunales, ya que la dictadura los ha convertido en instrumentos de control y represión.
La ausencia de seguridad jurídica y el acoso fiscal a las empresas privadas, afecta la generación de empleos. Miles de nicaragüenses se han visto forzados a dejar el país en busca de las oportunidades laborales que la dictadura les niega. Nuestro país, está perdiendo el capital humano, un tesoro que será difícil reponer y cuya carencia, en el mediano plazo se hará evidente en la economía.
Desde la Concertación Democrática Nicaragüense CDN-Monteverde, nos comprometemos a devolverles sus derechos, a multiplicar las oportunidades de empleo, a impulsar la recuperación de los salarios y a restituirles sus pensiones y prestaciones.
Una vida mejor es posible, mejores salarios son posibles, el respeto a los derechos laborales es posible, más y mejores empleos son posibles. Para conseguir todo esto es indispensable salir de la dictadura que nos asfixia y nos niega la libertad y la prosperidad.
Por una Nicaragua justa y democrática: ¡La dictadura Ortega-Murillo caerá!