CDN-Monteverde concluye exitosa gira de trabajo en tres países del Cono Sur

La primera y más evidente muestra del impacto de la reciente gira internacional que realizó una delegación de la Concertación Democrática Nicaragüense, CDN-Monteverde por Paraguay, Argentina y Chile, es la arremetida con insultos y lamentos con la que Rosario Murillo se refirió a la oposición en el contexto de este trabajo de incidencia que inició en el marco de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Para el régimen Ortega Murillo fue una gran derrota política que países gobernados por la izquierda, con los que ellos se identifican, les dieran la espalda y votaran unánimemente con los del resto de la región a favor de la resolución que emitió la Asamblea General de la OEA, condenando el actuar de un Estado violador de los derechos humanos y de los principios democráticos; y exigiendo que los crímenes cometidos no queden en la impunidad.

Para ellos fue un golpe fuerte porque esa condena y exigencia no la avalaron únicamente gobernantes como Joe Biden de Estados Unidos y Justin Trudeau de Canadá, a los que ellos llaman imperialistas; sino también sus aliados, Manuel Andrés López Obrador de México, Gustavo Petro de Colombia, Luis Arce de Bolivia, Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil y Xiomara Castro de Honduras.

Aunque estos gobernantes tienen afinidad ideológica con los Ortega Murillo, votaron en contra de un régimen que día a día, viola los derechos humanos de sus ciudadanos, desmantela el Estado de derecho y copia las peores prácticas de sistemas dictatoriales como el ruso, chino o norcoreano; y además, amenaza la estabilidad democrática de la región.

Ante la decisión de no reclamar a los que les dieron la espalda, exhibieron esa molestia en contra de la oposición, que hace un trabajo constante de denuncia en todos los espacios posibles.

De manera particular la CDN-Monteverde ha denunciado y seguirá haciéndolo ante el Parlamento británico, el europeo, el Congreso americano, la OEA, la Organización de Naciones Unidas (ONU), representantes gubernamentales, organismos de derechos humanos, y en todos los espacios posibles.

Nicaragua ya no es miembro de la OEA y para garantizar que su situación estuviera presente en la Asamblea General celebrada en Asunción, Paraguay, trabajamos durante varios meses con los integrantes del Grupo de Países Voluntarios para Nicaragua. El apoyo de la misión de Chile en la OEA fue fundamental para impulsar la causa por la liberación de los presos políticos, y la restitución de los derechos civiles y políticos de los nicaragüenses, que recibió un apoyo total de los países del continente.

Después de la victoria en la OEA la labor de denuncia nos llevó a Argentina y Chile, donde el tema de Nicaragua, más allá de los gobiernos y ciertas organizaciones, no es tan conocido, por lo que es fundamental realizar estas giras informativas para llevarlo a una mayor audiencia.

En Buenos Aires y Santiago nos reunimos con representantes de instituciones gubernamentales, organizaciones de la sociedad civil, partidos políticos, organizaciones empresariales, académicos, medios de comunicación y personalidades destacadas. Y en una muestra de que la magnitud de la crisis de derechos humanos y represión que enfrentamos los nicaragüenses supera las posiciones ideológicas, nos encontramos a Argentina gobernada por la derecha y Chile por la izquierda, alarmados por lo que ocurre e interesados en encontrar una solución.

En todos los espacios la expresión de solidaridad y la preocupación por los que siguen presos en Nicaragua y los que fueron expulsados y privados de sus derechos y nacionalidad fue rotunda.

La cobertura por parte de los principales medios de comunicación fue excepcional y eso contribuyó a que la realidad nicaragüense se conozca más ampliamente en el interior de estos países.

La apertura que encontramos de parte de la clase política, para analizar acciones a favor de la libertad y la democracia en Nicaragua fue muy alentadora.  En concordancia con el llamado de la resolución de la OEA a actuar, estamos promoviendo el trabajo junto a un Grupo de Países Amigos, diferente al Grupo Voluntario de la OEA, que busca incluir representaciones tanto de América Latina como de Europa, para promover acciones y una estrategia conjunta con la comunidad internacional.

Otro tema muy relevante durante la gira fue el análisis jurídico sobre las distintas alternativas para llevar a Daniel Ortega y a sus cómplices ante la justicia. Se valoró lo que se puede hacer en los distintos tribunales especializados como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la Corte Penal Internacional, la Justicia Universal y la Corte Internacional de Justicia de la Haya. En algunos de estos espacios las víctimas, de manera individual o colectiva pueden impulsar los procesos, pero en otros solo los Estados pueden promover las demandas.

Desde la CDN-Monteverde continuaremos impulsando las acciones promovidas en esta gira, y seguiremos denunciando y mostrando el verdadero rostro y lenguaje de la dictadura nicaragüense.